Comunmente pensamos en el enemigo como algo ajeno y externo a nosotros, ya sea en la forma de otro individuo, un grupo, una nación, etc. Buscamos la razón de nuestras derrotas y fracasos y las vemos proyectadas en la figura de ese otro. Cuando hay algo que y nos falta o las cosas no salen bien solemos buscar las razones y motivos fuera de nosotros en lugar de en nuestra propia percepción y acción. De nadie dependen mas nuestras victorias y fracasos mas que de nosotros mismos.
La manera en la que interpretamos el entorno a nuestro alrededor y las acciones de los demás, a su vez, no depende tanto de cualidades internas ni mentales ni rasgos semifijos de personalidad, si no del significado que han adquirido los objetos a nuestro alrededor, que elicitan en nosotros ciertas respuestas que no siempe nos llevan a ejercer nuestros mejores intereses. Estas respuestas que tenemos ante los eventos, esas respuestas de resentimiento y autofracaso de nuestra parte tienen como base un desarrollo histórico, histórico refiriendose a la trayectoria de nuestras vidas, todas las situaciones a las que hemos estado expuestos que van forjando nuestra personalidad. Entiendase personalidad según el modelo interconductual en donde la personalidad no es mas que el conjunto total de respuestas que todo individuo demuestra ante su entorno. En ese sentido, ya que todos tenemos combinaciones de comportamientos únicos, todos tenemos personalidades únicas que dependen de nuestra historia individual. Parte de esta personalidad es la manera en la que reaccionamos quizás de manera negativa ante eventos y situaciones ante los cuales podríamos responder de una manera mas benéfica para nosotros mismos.
En cierto sentido, no somos culpables al 100% por nuestros defectos y debilidades emocionales. Hay fuerzas en la sociedad y en nuestro entorno que nunca han estado bajo nuestro control que nos moldean de cierta forma. Pero no es ninguna regla absoluta que nos tengamos que conformar con lo que nos ofrece e impone nuestro entorno social y cultural en términos de nuestra personalidad. Los seres humanos no somos productos terminados. Somos todos como obras de arte en constante desarrollo, y lo bello es que
si tenemos cierto control sobre nuestros rasgos de personalidad, y el primer paso es estar consciente de la manera en que nos comportamos en diferentes tipos de situaciones y
entornos, siempre estando conscientes de que nuestras respuestas no son fijas, y que los objetos y personas y situaciones a nuestro alrededor no poseen cualidades naturales que nos lleven siempre a respuestas estereotipadas.
Para volver a entrar en contacto con el titulo y el hilo original de este escrito, nuestas conductas autodestructivas, o nuestras conductas que quizás pudiesen cambiar para dar mejores resultados, no son fijas, ni dios ni la sociedad nos encasqueta en roles inmutables. La culpa de nuestros fracasos y nuestras caídas no yace al 100% en nosotros, ni al 100% en nuestros padres, nuestros jefes, nuestros enemigos, etc etc. La realidad es que nuestra conducta y las 'causas' de la misma no siempre son simples y evidentes. Es menester estar conscientes de lo que hacemos y porque lo hacemos, dejar de hecharle la culpa al otro, y ponernos a actuar para crearnos un mundo mejor a nosotros mismos y a nuestros seres queridos.